escribir_en_la_no_linealidad
En el ensayo introductorio de escritura::extendida, presenté la idea de que, como escritor, encuentro que hay ciertos pensamientos que tengo, y sobre los cuales quiero escribir, que no concibo como pensamientos lineales.
Temo que, dentro de la inespecificidad de mi corta explicación, para mis primeros lectores esta declaración pueda parecer un tanto pomposa y quizás exagerada.
¿Qué significa pensar no linealmente? ¿Es esto posible? ¿No será, más bien, que me estoy engañando y engañando a mis lectores?
Son acusaciones que ante la ausencia notable y significativa de una definitiva prueba literaria propia, acepto como legítimas y siento que hacer frente con los recursos que tengo disponibles en el momento: el ensayo, la ideación y el afán de ingeniero que me permite construir significado sobre las bases de la iteración.
Reflexionar sobre estos temas, me permite seguir configurando este sitio web como un espacio que pueda albergar ideas que apunten a una literatura propia. Me permite conocer lo que escribo y a quien le escribo.
.crecer_en_la_no_linealidad
En mi primer acercamiento escolar con la Wikipedia descubrí, con la intuitiva rapidez de un niño de diez años, que el tipo de lectura que la enciclopedia digital exigía estaba basado en una serie de reflejos distintos a los de la lectura de un libro convencional. En la Wikipedia no existe la acción (o affordance) de “pasar la página”. Este gesto se hace imposible en ella, pues la necesaria idea de un orden de lectura predeterminado es ajena a su construcción.
En su lugar, la participación del lector se da a través de un gesto que revela una estructura organizacional diferente.
El lector, movido por un exploratorio deseo de la mente, se fía de un ojo detective que, guiando el movimiento de un cursor atado a la mano, no duda en hacer clic en el primer trazo de texto azul que delate un salto prometedor del pensamiento.
La proliferación del hipertexto en la configuración de la web de principios del milenio, significó que todo el conocimiento podía estar potencialmente enlazado de esta manera, y por tanto, que las ideas del internet mismo no nacerían a partir de un discurso puramente lineal. Por primera vez en la historia, el material de referencia del conocimiento debía ser pensado como nodos en un sistema de vínculos, donde la verdadera comprensión de las ideas emerge de conexiones múltiples, no de un hilo rector único. La web ya no organizaba el saber por jerarquías, sino a través de relaciones.
Fue así que, como muchos de mi generación, aprendí a pasar horas y horas leyendo a través de la no-linealidad del internet. Entrando y saliendo de diferentes hilos conceptuales, saltando instantáneamente entre periodos históricos separados por extensos abismos temporales, y aprendiendo a desarrollar los instrumentos de la curiosidad y la mente asociativa para que actuaran como brújula en la importante búsqueda de construir un sentido propio del mundo.
Lo increíble de esta experiencia moderna; lo maravilloso, lo terrorífico, lo imposiblemente humano, es que la literatura había anticipado el fenómeno de la no-linealidad en el conocimiento muchos años antes de que esto pudiese ser una posibilidad técnica. El ojo periférico de la Latinoamérica criolla, encarnado en un hombre proveniente de la Argentina erudita de mediados del siglo XX, quien años más tarde quedaría ciego, había logrado visualizar con una precisión implacable esta increíble potencialidad. Este hombre es Jorge Luis Borges.
.borges

Empecé a leer seriamente a Borges al mismo tiempo que estaba cursando mis últimos dos semestres de maestría en Ciencia Informática. Encontré en Borges un compañero ideal en mis estudios.
En su visionaria literatura de cuentos, dio con imaginar diversos Artificios, que hoy son más bien verdaderos artefactos que configuran la web moderna. Borges formuló de manera casi profética cuentos en forma de laberintos que exploraban ideas relacionadas con la información infinita, la narrativa no secuencial y las capacidades posthumanas, prefigurando estructuras análogas al hipertexto y reflexionando sobre posibilidades que hoy asociamos con la era digital y la cibercultura.
En todos estos cuentos, Borges demuestra su excepcional talento de comunicar al lector intuiciones filosóficas profundas de forma perceptible. Borges a menudo coloca a sus personajes, y transitivamente, por empatía, al lector, en situaciones donde un poder extraordinario expone su fragilidad humana.
Dicho de otro modo, Borges enfrenta al lector no con una explicación sino con una imagen directa de esta imposibilidad, lo que le permite, a través de las sensaciones naturales del cuerpo, intuir el concepto antes de comprenderlo racionalmente, dando paso a que una emoción precisa; un asombro y un desconcierto que abren un camino propio hacia el sentido y la comprensión filosófica.
Borges intuyó lo que para nosotros ya es una realidad. Vivimos en un mundo donde —tras una explosión exponencial de la información— nuestra capacidad de percibir esa complejidad depende de construcciones que colocan nuestra comprensión al límite de lo concebido como humano: artefactos que expanden nuestras capacidades cognitivas. Él imaginaba, con algo de terror, una enajenación del hombre ante el encuentro con lo infinito. Sin embargo, el ser humano y la sociedad han coevolucionado junto con las tecnologías que han hecho esto posible. Hemos sabido navegar las mareas que abrumaron a Borges —como el quizás supo navegar las mareas que abrumaban a Kafka—, e incorporar de algún modo la no-linealidad en diferentes extensiones de nuestra mente para dar sentido a la realidad.
Hoy, más concretamente, vivimos habiendo encontrado un punto más cercano que aquel que inquietaba a Borges: en lugar de enfrentarnos con el infinito, lidiamos con algo más manejable más no menos abrumador: la hipercomplejidad.
.hipercomplejidad

La hipercomplejidad describe una etapa de organización social y cognitiva en la que la complejidad deja de ser un fenómeno manejable y se convierte en una complejidad dentro de la complejidad: múltiples sistemas, niveles de análisis, flujos de información, decisiones y retroalimentaciones interactúan simultáneamente, produciendo efectos imprevisibles y difícilmente reducibles.
Esta noción ha sido explorada, por ejemplo, en trabajos como Hypercomplexity and Identity de Michael Schiltz, donde se describe un mundo compuesto por “interdependencias autopropagantes” que forman redes de comportamiento no lineales. En este contexto, la realidad deja de responder a estructuras simples de causa y efecto, para operar como un entramado de nodos cuyos cambios reverberan en múltiples direcciones, creando bifurcaciones constantes y escenarios imposibles de anticipar plenamente.
Convivir con la hipercomplejidad exige más que información: requiere una forma de pensamiento capaz de integrar niveles heterogéneos y de resistir la tentación del reduccionismo. Edgar Morin define esta actitud como pensamiento complejo, una disposición que reconoce la incertidumbre, la inestabilidad y la incompletud como rasgos inherentes del mundo contemporáneo. Bajo esta luz, comprender ya no significa aislar variables, sino tejer conexiones entre elementos dispersos, construir mapas que acepten la multiplicidad, y aceptar que ningún hilo rector puede abarcar por sí solo la totalidad. La hipercomplejidad, en suma, no es solo un diagnóstico del siglo XXI, sino un desafío epistemológico: pensar y habitar un mundo donde lo simple resulta insuficiente.
Desde inicios del siglo XX, la filosofía se ha propuesto la tarea de desarmar las certezas heredadas —la idea de un mundo ordenable, de un sujeto estable, de una verdad única— y reconstruir un pensamiento que asuma la multiplicidad, la incertidumbre, la fragmentación y la interdependencia. Las corrientes filosóficas que surgieron en este contexto cuestionan los paradigmas modernistas de causa → efecto, de objeto aislado, de identidad fija, proponiendo en su lugar nociones de sistema, red, emergencia, devenir.
.pensar_no_linealmente
La hipercomplejidad de nuestra realidad no es algo que solamente afecta los sistemas de información y producción. Está coextendida con el resto de nuestra experiencia humana contemporánea. La identidad personal en la era digital, las decisiones políticas y colectivas, nuestra dependencia con las máquinas que nos dan sustento.
Pensar no-linealmente, es concebirse como sujeto apto para leer estas realidades, dado el hecho de que la naturaleza de estos fenómenos, es en sí misma, no-lineal. Pensar no-linealmente no solamente es una posibilidad: es una necesidad para existir racionalmente en la modernidad.
En la literatura, la no-linealidad se ha manifestado como una forma de romper con la secuencialidad narrativa tradicional. Cortázar experimenta con la lectura a saltos en Rayuela; Italo Calvino construye narrativas fragmentarias y combinatorias en Si una noche de invierno un viajero; Mark Z. Danielewski convierte el libro en un objeto arquitectónico multidimensional en House of Leaves. En todos estos casos, el lector es invitado a navegar un tejido de sentidos en lugar de avanzar por un camino único, convirtiendo la lectura en un sistema de decisiones, asociaciones y exploraciones.
En el pensamiento filosófico posmoderno, la no-linealidad aparece como una crítica directa a las estructuras jerárquicas del pensamiento occidental. Gilles Deleuze y Félix Guattari proponen el rizoma como modelo conceptual no arbóreo, sin centro ni orden único; Jean-François Lyotard proclama el fin de los “metarrelatos”; Michel Foucault describe genealogías discontinuas del saber; Derrida introduce la deconstrucción como una forma de deshacer linealidades y oposiciones binarias; Niklas Luhmann concibe la sociedad como un sistema de comunicaciones autorreferenciales. Todos estos pensadores desafían nociones de progreso lineal, causalidad única y estructura fija, proponiendo formas de pensar que aceptan multiplicidad, simultaneidad y redes de fuerzas heterogéneas.
En la ciencia informática, la no-linealidad es constitutiva de su modelo de funcionamiento. Ted Nelson introduce el concepto de hipertexto como red de referencias cruzadas; Vannevar Bush imagina el Memex como dispositivo de asociaciones; Alan Kay impulsa interfaces orientadas a objetos que fragmentan el flujo único de operaciones; Douglas Engelbart propone sistemas interactivos definidos por enlaces y retroalimentación; Tim Berners-Lee crea la Web como un entramado global de documentos interconectados; la teoría de grafos, los lenguajes funcionales, los sistemas distribuidos y el aprendizaje automático refuerzan la idea de procesos paralelos y descentralizados. En conjunto, la informática no solo adopta la no-linealidad: la convierte en principio operativo y en estructura fundamental del conocimiento digital contemporáneo.
Es dentro de esta tradición que busco empezar a escribir literatura.
.hacia_una_nueva_version
Con esta entrada constituimos ahora el siguiente momento de escritura::extendida, que consiste en la exploración teórica y técnica de una nueva versión del sitio, que incluye:
- El diseño y desarrollo tecnico de un repositorio visible de notas que, a partir de ahora, acompañarán el sitio como material de referencia rizomático y enlazado por hipertexto.
- Este post, que junto a sus notas correspondientes, permiten una lectura exploratoria del fenómeno de la no-linealidad en la literatura, la filosofía y la ciencia informática.
- Un ensayo-reflexión sobre el hipertexto y su relación con la imaginación del cuerpo.
- El diseño y desarrollo de
transiciones-de-vista, como un nuevo componente técnico de visualizacion que permita experimentar con la idea de la no-linealidad en la lectura digital.
Todo con el objetivo de proveer la capacidad técnica del sitio de facilitar un elemento clave de mi primer cuento, el cual me propongo publicar a inicios del próximo año y que hará un uso pequeño del hipertexto para guiar al lector a dos posibles órdenes de lectura.
Referencias
- Schiltz, Michael. “Hypercomplexity and Identity”. Think Art Lab. thinkartlab.com
- Morin, Edgar. “Introducción al pensamiento complejo”. cursoenlineasincostoedgarmorin.org
- Cortázar, J. Rayuela. [novela; existen ediciones en varios idiomas].
- Calvino, I. Si una noche de invierno un viajero. [novela; existen ediciones en varios idiomas].
- Danielewski, M. Z. House of Leaves. Pantheon Books. Primera edición 2000.
- Deleuze, G., & Guattari, F. (1980). Mil mesetas: Capitalismo y esquizofrenia (Mille Plateaux). Continuum (edición traducida al inglés; varias ediciones).
- Lyotard, J.-F. (1979). La condición posmoderna: informe sobre el saber (La Condition postmoderne: Rapport sur el savoir). Ed. Cátedra (ed. en español).
- Foucault, M. La arqueología del saber. [texto clásico; múltiples ediciones y traducciones].
- Derrida, J. (1967). De la gramatología (De la grammatologie). [obra seminal; versión original en francés y traducciones al español].
- Luhmann, N. Sistemas sociales (Soziale Systeme). Su publicación original data de 1984; varias ediciones traducidas al español.